Gestión del Estrés

El entorno que está en constante cambio, obliga a los individuos a adaptarse continuamente, por tanto, cierta cantidad de estrés es necesaria para que el organismo responda adecuadamente a los retos y los cambios de la vida diaria. Es lo que se conoce como  estrés positivo, por tanto, lo que denominamos “estrés” es un proceso natural del cuerpo humano que genera una respuesta automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes. Estas condiciones requieren una movilización de recursos físicos, mentales y stress-2213002__340conductuales para hacerles frente, y que a veces perturban el equilibrio emocional de la persona.

Decir que lo que llamamos vulgar y coloquialmente “estrés” o tensión, no es exactamente lo que significa la palabra. No es “estresante” aquella situación agobiante, ni porque haya muchas cosas que hacer, sino porque las pocas o muchas que haya que hacer están más en la mente, agolpándose una junto a la otra, produciendo un bloqueo que puede llevar, si no se sabe cómo gestionarlo, a la ruptura de las funciones físicas, emocionales y mentales.

Y en este punto es cuando el ”estrés “, comienza a ser un problema a resolver, cuando comienzan a darse una serie de síntomas de desequilibrio, el cuerpo no puede soportar el ritmo de las exigencias de la mente.

Los síntomas del estrés no son más que una advertencia del cuerpo para PARAR y cambiar de rutinas y para …volver a oler las rosas. Es el ejemplo más claro de la pérdida de contacto con el propio cuerpo

Ante el estrés lo esencial es conocer cómo salir de él y retornar al estado de “ tensión justa”, aquel en el cuerpo es el instrumento de una mente equilibrada

Gestionar el estrés es emplear los recursos y los instrumentos que nos ofrece la propia mente para ir acomodando las exigencias exteriores al propio ritmo del cuerpo, NO AL REVÉS. Comprender que el cuerpo tiene su propio ritmo, conocerlo y conectar con él.

El taller de GESTION DEL ESTRÉS, pretende que conozcas que disponemos de suficientes recursos, como la visualización, la respiración consciente, la propia consciencia corporal, PARA COLOCARNOS EN EL AQUÍ Y AHORA, ese lugar sin tiempo, desde el cual puedo marcarme mi propio ritmo.